Fueron

Fueron tantos días a tu lado,
tantas alegrías que iban y venían,
tantos recuerdos acumulados,
tantos regalos de la misma vida.

Comprendí que el cariño es pesado,
que el tiempo es efímero también,
aprendí a valorar el pasado,
y a no vivir con y sin él.

Pues como olvidar tu mirada timida,
y tu cuerpo angelical tan perfecto,
esos besos con sabor de alegría,
y esos cabellos cayendo en mi pecho.

Te extraño, lo sabes muy bien,
pero no quiero ser más carga,
te quiero, la sabes también,
y algún día verás mi verdad amarga.

Y seguirás tu vida tranquila,
sin que te esté molestando,
cuando el dolor, que uno asimila,
ya no duela, sea más blando.

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