Cada día

Cada día, cuando amanece,
Lo primero que hago es nombrarte mil veces,
Es como si si fuera un respiro,
Cómo un involuntario latido.

Y es que sin pensarte te nombro,
Sin saberlo te susurro en mi mente,
Se va formando tu voz de repente,
Sin quererlo ya cause un alboroto.

A veces quisiera dejar de hacerlo,
Y trato de pensar que es una mala manía,
El desear también, tu compañía,
El querer ver tus ojos, tenerlos.

No sé porqué se complica mi vida,
Solo quisiera que fuera más fácil,
Olvidar y decir que mi corazón delira,
Que todo será de prisa.

Cada día, cuando el silencio me alcanza,
Y veo tu sonrisa dibujada en mi cabeza,
Un sueño sobre mi se abalanza,
Del cual aún no tengo certeza.

Comentarios

Entradas populares